Lo bueno y lo malo de Mohamed

Antonio Mohamed llegó a Monterrey en febrero de 2015. ¿Era el entrenador ideal para lo que necesitaba Rayados? En ese momento muy seguramente sí. Venía de ganar un campeonato a Tigres dirigiendo al América, la afición lo quería y la directiva buscaba alguna noticia que le diera tranquilidad a sus clientes, ¿qué mejor que traer como un director técnico a alguien que en algún momento fue ídolo del club? Este no será un texto para detallar su salida del equipo en términos administrativos, sino futbolísticos a lo largo de los tres años que estuvo al frente de la institución. Porque esta decisión no debía ser tomada solo por el resultado del partido ante Tijuana, ese fue solo un número más a la estadística de Mohamed en Rayados.

¿Qué hizo bien Antonio Mohamed? Pudo darle algo de confianza a la afición que la había perdido por estar pasando por procesos lamentables en la institución, y tendría que destacar un tema importante que tiene dos referentes para el presente y futuro de la institución: debutó a César Montes y a Jonathan González, algo que seguramente el Club, la afición e incluso me atrevería a decir que la selección mexicana agradecen. Él supo llevarlos, supo darles protagonismo y le dieron buenos resultados. Otra cosa positiva que fue logró hallar un estilo de juego que se fundamentada en lo directo. No tenía una construcción prolongada ni creía en los conceptos de moda, él quería ser práctico y así pudo llegar a finales, ser líder del torneo, romper récord de puntos. Algunas de sus contrataciones fueron importantes para el club, sobretodo la de Rogelio Funes Mori que llegó de estar en el fútbol de Turquía tras haberle ido mal en Benfica. Era un jugador lleno de burlas, pero que Mohamed pudo convertir en un goleador para el equipo y una pieza importante como hombre objetivo en el juego directo. ¿Qué hizo mal Antonio Mohamed? Lo que le reconocí también voy a tener que reclamarlo. Logró dominar un estilo de juego, pero solamente parecían jugar bien o acercarse a ganar si jugaban así. Cuando cualquier equipo les sacaba de ese contexto no podían actuar bien, cuando tenían posesión de balón el equipo se veía realmente mal, porque parecía que no lo practican o que no les interesaba. Un día Molina dijo que sentían que los rivales ya les habían hallado la forma, que debían modificar algo, pero curiosamente terminaron eliminados de liguilla por no tener otra forma de jugar. Ver un buen ataque posicional es de los mejores síntomas que hay para diagnosticar un buen trabajo del entrenador, que se note que entrenan cómo se trabaja el ataque organizado durante la semana, porque el ataque posicional es de las cosas que a veces más se dificultan en el fútbol y es algo que Rayados en tres años no pudo dominar, eso sí es culpa del entrenador. Como entrenador tienes una responsabilidad de estar dándole una constante lectura a los partidos para hacer modificaciones sobre la marcha, y la mayoría de las veces parecía que Mohamed tenía la única idea de cambiar de línea de 4 a línea de 5 para defender con más, no defender mejor. A veces quitaba un volante central para meter a uno que presione más y otras veces quitaba a un delantero para presionar a los defensas con alguien más fresco. Y nada más. Falló también en la organización defensiva, eso se demostró cuando tuvieron que contratar a más defensas en lugar de organizar bien lo que ya tenía. Es un problema normal que le ocurre a varios entrenadores, cuando no pueden mejorar les compran defensas titulares en vez de hacer un mejor trabajo. Mohamed está fuera de Rayados, en los próximos días estará la búsqueda del nuevo entrenador. Ojalá se equivoquen lo menos posible.