Rodolfo Pizarro: ¿bueno o inflado?

Cinco partidos representan una muy buena cantidad para poder emitir juicios de equipos o futbolistas, y en esta ocasión toca valorar el rendimiento de Rodolfo Pizarro, quien según Transfermarkt fue la transferencia más cara del verano en el fútbol mexicano, con una cifra de 14.5 millones de euros. Ese costo de transferencia puede llegar a ser muy polémico, incluso supera las ventas de Dorlan Pabón al Valencia, Guido Pizarro a Sevilla, Christian Benítez al El-Jaish, por mencionar algunas. 

Pero tenemos que tener clara una situación: los costos no son directamente proporcionales a la calidad del jugador, esas cantidades tienen que ver con la oferta y demanda. Rayados necesitaba mejorar su base de mexicanos, Chivas lo sabía y tomó ventaja de la situación, además que no hay tantos jugadores en esa zona.Lo mismo pasa cuando cualquier equipo le vende un futbolista a Guadalajara, el hecho de que solo puedan utilizar jugadores formados en México hace que el resto de los equipos encarezcan a sus jugadores. No cuesta igual un jugador de Morelia a América, por decir un ejemplo, que de Morelia a Chivas.Desde que Rodolfo llegó ha sido titular con Diego Alonso, suma el 98.89% de minutos jugados. No tardó en convertirse en una pieza importante para las pretensiones de este entrenador uruguayo, así como lo fue durante su estancia en Pachuca. Sobretodo en el Clausura 2016, torneo que seguramente fue el mejor para Pizarro durante toda su estancia con los Tuzos.En Rayados ha jugado como un mediapunta con mucha libertad, incluso en ocasiones parece formar un doble 9 por la cercanía que tiene al área, pero más allá de sus posiciones lo importante a valorar son sus funciones y tareas. ¿Qué le pide Diego Alonso a Rodolfo Pizarro?Lo primero es intensidad para presionar la salida del rival. Rayados todavía no logra ser un equipo dominante, aún depende de recuperar la pelota en la parte alta del terreno de juego. Ofensivamente está claro que su rol está ligado a la conexión de mediocampo central con la parte ofensiva, es decir: los extremos y el 9, su mejor versión es haciendo conducciones frontales, sobretodo a campo abierto, es decir: en contraataques.Hay muchas críticas, sobretodo del ex jugador Antonio Carlos Santos, quien en Twitter señaló  que es un jugador 'inflado' y se toma mucho en consideración que no ha anotado gol y que apenas lleva una asistencia, pero es que Pizarro no es un jugador que tenga tanta interferencia directa o indirecta con la consecución de goles. Con Pachuca jugó 144 partidos (algunos como lateral derecho), hizo 9 goles y dio 13 asistencias. En Chivas sumó 58 encuentros con 15 goles y 10 asistencias, y ahí prácticamente siempre tuvo participación de mediocampo hacia adelante, Almeyda lo potenció muchísimo. Pero con estos números, ¿podemos darnos cuenta que no hay que juzgarlo solo por la participación en goles? Sería limitarnos mucho.No quiero dar a entender que está siendo un crack rompiéndola en cada juego, no es así. Pero sí tenemos que entender que el jugador todavía está en un proceso de crear sociedades de juego, no puede nada más decidir qué hacer por sí mismo, sino que debe entrar en la armonía de un equipo. Si tuviera que calificar del 1 al 10 en las primeras 5 fechas, la pondría un 7.Todavía queda mucho camino por recorrer, entiendo que las cifras de su transferencia sean un motor para que la gente quiera que resuelva partidos más seguidos, pero aunque el fútbol con mercados inflados esté a la orden del día, no podemos perder de vista lo estrictamente futbolístico.