La noche de Zelarayán

El pasado sábado el Volcán se convirtió en una fiesta total para todos los presentes en el partido, no solo por el grato espectáculo musical y de luces que se pudo disfrutar, sino por la exhibición futbolística del Club Tigres durante prácticamente los 90 minutos de juego.Primero quiero hablar de León, del visitante que casi siempre llega al Estadio Universitario como víctima. La última vez que visitó San Nicolás fue con dos centrocampistas que no daban tantas soluciones, una línea de cinco que parecía se trataba de defender con muchos y no necesariamente defender bien, y además con muchas dudas en la portería.

Para el partido de la primer jornada del Apertura 2018, la cara que propuso Gustavo Díaz de inicio fue distinto: puso a un arquero de jerarquía como lo es Cota, mejoró su defensa con el colombiano Tesillo y solo puso cuatro al fondo. El centro del campo tenía a Mejía y sorpresivamente no iniciaba Aquino, aunque entraría al segundo tiempo. Montes era el engancha, hay que decir que el equipo ya no tiene a Elías Hernández que era de los más talentosos del club, para esto también hay que decir que utilizó a dos delanteros, el primero es el máximo goleador del equipo: Mauro Boselli, y el segundo es un refuerzo que no había funcionado en Pachuca y se lo prestaron al hermano, Walter González.La propuesta de León era distinta, no sé necesariamente era más ofensiva, pero al menos sí era menos defensiva. Intentaron defender no tan atrás, trataban de atacar por diferentes vías, poner a sus jugadores delante de Guzmán, intentar atacar por fuera, por la vía del balón aéreo, pero Tigres hizo un gran juego y no permitió casi nada.Ricardo Ferretti respetó totalmente la alineación del pasado juego ante Santos Laguna. Y la misma idea de juego también, incluso el mismo sistema táctico. Una disposición inicial 4-2-3-1 aunque los movimientos de Pizarro lo hacían parecerse mucho a una línea de trers utilizándolo como líbero, pero era solo para defender o sacar la pelota, porque la mayor parte del tiempo lo pasaba desde el centro del campo organizando los ataques, ir a buena velocidad pero no con una prisa desmedida.Aquino y Damm aparecieron muy poco en cosas trascendentes. No tuvieron grandes oportunidades de gol, tampoco dieron pases para nada más empujar la pelota, sin embargo son importantes para las tareas tácticas que Ricardo Ferretti requiere: que apoyen a los laterales, porque estos se acercan mucho al contención, que ayuden a la presión cuando el rival intenta sacar la pelota, que cuando reciban el balón tengan la pausa necesaria para que lleguen más compañeros y que cualquier servicio no sea una pérdida segura.Los dos jugaron 90 minutos, no centraron mucho, Damm no intentó ningún tiro y lo que hizo Aquino salió del campo de juego sin mayores problemas para Rodolfo Cota, pero fueron una parte importante para que brillase la estrella de la noche.El cordobés Lucas Manuel Zelarayán tuvo una actuación de 10 puntos. Más allá del gol, que es de antología, y la asistencia, que es de un lujo técnico y de visión de juego muy alto, fue un motor importante para que Tigres pudiera moverse en campo rival y no solo atacar de manera posicional. No sé si fue su último juego en el Volcán o si es uno más de una larga lista, pero disfruté mucho verlo jugar el pasado sábado.Ojalá que la intensidad y precisión de juego duren durante una gran parte de la temporada, porque conocemos bien al Tigres que inicia de maravilla y luego muy apenas gana, ojalá logren mantenerse entre los niveles más altos de ritmo en el fútbol mexicano.