Los árbitros que levantan la mano

La vigencia de la representación mexicana en el arbitraje de la Copa del Mundo está siempre ligada a la suerte con que corra la selección nacional; lo común, desde Estados Unidos 1994, es que al no avanzar de los octavos de final, se le abre a los silbantes tricolores el panorama para aspirar a instancias superiores de definición. La única ocasión en que un mexicano dirigió la Final de la Copa del Mundo ocurrió en la edición de Italia 1990, en la que México no presentó equipo nacional debido a la sanción impuesta por la FIFA por una alineación indebida dos años atrás en una categoría juvenil. 

El silbante a cargo entonces de la Final entre Alemania Federal y Argentina fue Edgardo Codesal, uruguayo naturalizado mexicano nueve años atrás, y quien al momento de su designación para representar a nuestro país en la justa mundialista sufrió discriminación en el mismo gremio; algunos de sus compañeros hasta intentaron boicotear su participación. Antes, lo más próximo que se había estado fue en México 1986, con el silbante Antonio Márquez, quien pitó una de las semifinales: Argentina-Bélgica, que ganaron los sudamericanos por 2-0, en el Estadio Azteca. Después de Codesal pasaron 16 años para que México volviera a instancias finales, en Alemania 2006 con Armando Archundia, y 20 para mejorar el registro, con el mismo Archundia pitando la definición del tercer puesto en Sudáfrica 2010. De hecho Armando es el silbante tricolor que más juegos de Copa del Mundo suma, nada menos que ocho. Archundia se ubica por encima de Marco Rodríguez, quien en tres Mundiales (2006, 2010 y 2016) registra siete encuentros. Aunque en Rusia 2018 la cuarta designación de César Ramos llegó en forma de cuarto árbitro, el camino andado lo pone entre los árbitros destacados de los 36 jueces centrales procedentes de 46 países que iniciaron el evento. Por ahora, nada descarta a César como posible finalista. Sin embargo, por ahora lo único cierto es que desde el Mundial del 90 con Codesal, el arbitraje mexicano ha intentado volver a una Final, así como la selección nacional desde el 94 jugar al menos el quinto partido, sin éxito. De César Ramos, el ex silbante Codesal destaca para La Afición que es un joven preparado, que se ha preocupado por aprender bien el idioma inglés?, lo que le ha facilitado el ascenso en su carrera internacional. Además, Codesal apunta que ?César tiene una muy buena condición física, misma que emplea adecuadamente en los partidos. Tiene buen trato con el jugador, es amable, pero firme en sus decisiones?, como se notó cuando Cristiano lo encaró en los octavos de final en Sochi entre Portugal y Uruguay. ?Ramos maneja un estilo de arbitraje que gusta bastante en la FIFA?, remata Codesal. DP