El Valencia logra un triste empate

El Valencia se despidió de la fase de grupos de la Liga Europa con un triste empate a un gol ante el Kuban Krasnodar, en un encuentro de trámite para los de Miroslav Djukic, clasificados como primeros de grupo desde la anterior jornada.

Era un partido para que los jugadores que menos minutos han disfrutado en las últimas semanas se reivindicaran y, aunque la actitud fue buena, muchos de ellos demostraron el porqué de su suplencia, aunque otros, como Alcácer, sí que aprovecharon la ocasión para poder exigir más oportunidades.

El Valencia tenía ante sí una gran oportunidad para recobrar buenas sensaciones y dar una alegría a los pocos aficionados que se dieron cita en Mestalla. Sin embargo, no supo plasmar en el marcador su manifiesta superioridad y una vez más demostró sus problemas de cara a puerta esta temporada y su endeblez defensiva.

A pesar de que eran los rusos los únicos que se jugaban algo en el envite, el primer tiempo fue un monólogo del Valencia, al que no le hizo falta desplegar un juego brillante para disponer de varias ocasiones para inaugurar el marcador, la más clara de ellas en un remate de cabeza de Míchel que repelió el poste.

El Valencia dominaba a placer pero su juego era previsible. Pese a ello, la debilidad en el juego aéreo de la defensa rusa a balón parado y algún disparo de media distancia fueron la vía que los locales encontraron para poner en peligro al Kuban, que milagrosamente llegó al descanso con el empate inicial.

La entrada en el campo del delantero francés Djibril Cissé dio un plus de calidad al ataque del conjunto ruso. De hecho, el veterano ariete tuvo la mejor ocasión del partido, nada más reanudarse el partido, en un mano a mano con el meta Alves, que el brasileño resolvió brillantemente con una doble intervención.

El conjunto ruso se animaba más al ataque, lo que dejó algo más de espacios al Valencia. Alcácer, que acababa de salir al terreno de juego, le marcó un gran desmarque a Banega que le puso el balón perfecto y aunque el meta Belenov llegó a tocarle el balón en el regate, el delantero valenciano marcó pese a disparar con poco ángulo.

El tanto valencianista obligaba al conjunto de Viktor Goncharenko a buscar desesperadamente dos goles para no decir adiós a la competición y el partido se abrió.

El meta Belenov evitó el segundo de Alcácer y dio vida a su equipo, que con más empeño que calidad buscó el empate, que llegaría a siete minutos del final, al cabecear Melgarejo a placer en el segundo palo.

Los rusos se volcaron en busca de la victoria y máxime cuando se quedaron en superioridad numérica tras la expulsión de Víctor Ruiz, pero su animosidad no tuvo recompensa y el partido concluyó sin más variaciones en el marcador.

EFE