Una victoria histórica de El Salvador

Nunca había ganado ni empatado en la fase final de un Mundial. No lo había logrado en sus dos participaciones, ambas con la selección absoluta, en México 1970 y España 1982, hasta que firmó este martes una victoria convincente, en un momento importante, porque una derrota o una igualada le habrían condenado con la eliminación.

Después del 3-0 encajado el pasado sábado ante Turquía, hoy el triunfo era indispensable para El Salvador, que demostró capacidad de reacción con 1-0 en contra; velocidad, verticalidad y remate en ataque, como remarcó en las acciones de sus dos goles, y un buen despliegue defensivo, suficiente para superar a un rival sin ideas.

El potente derechazo de Joshua Brillante, cuando el duelo se acercaba a la primera decena de minutos, fue el 1-0, pero también lo único relevante en ataque de Australia, atascado en las proximidades del área de El Salvador, mucho más incisivo y más efectivo, al menos en sus dos ocasiones del primer tiempo. Ambas terminaron en gol.

Los dos surgieron por las bandas. El 1-1, superado el cuarto de hora, con un envío desde la derecha, un inteligente toque de cabeza de José Peña y un testarazo picado de Diego Coca; el 1-2, en el minuto 40, tras una precisa combinación por la izquierda entre Coca y Kevin Barahona que culminó Peña desde el suelo con un buen remate.

La segunda parte fue un ejercicio práctico de El Salvador. No sufrió atrás, porque contuvo sin apenas sobresaltos el previsible fútbol de Australia, e hizo méritos para más goles, pero un zurdazo de Barahona se marchó fuera, Izzo despejó un cabezazo de Baumgartner y el larguero repelió una falta lanzada por Tomás Granito.

Agencias