Recordarán la alegría de Jossiel y Johan
Sus cuerpos reposan en el panteón municipal de García, a dos días de la tragedia en la que murieron al incendiarse su casa.
García.- Los pequeños Jossiel y Johan son ya dos ángeles del cielo.
Sus cuerpos reposan en el panteón municipal de García, a dos días de la tragedia en la que murieron al incendiarse su casa en la colonia Riveras de Capellanía.
Familiares, amigos y vecinos, los acompañaron en la funeraria San Judas Tadeo, del centro de aquella localidad del poniente.
Entre sus seres queridos queda un hondo sentimiento de impotencia, de inmenso dolor y también de conocer la verdad a fondo.
En voz de la abuela materna, Beatriz Esmeralda Contreras, pidieron a las autoridades concluir con la indagatoria, con el fin de que se esclarezcan los hechos y ellos estén más tranquilos.
"Que investigaran todo a fondo, o sea? pues no. Porque está raro todo. Yo no supe qué fue lo que pasó, porque pues a mí me hablaron al trabajo. Yo vengo del trabajo y vengo en ceros", aseveró la señora.
Todos en la vivienda de la calle Loreto, en Riberas de Capellanía, recordarán a los dos hermanitos de dos y tres años, como unos niños alegres, inquietos y siempre sonrientes.
"Llegaba yo de la fábrica y me esculcaban mi mochila. Me sacaban los dulces, los chicles? Pero que ellos fueran traviesos, no. Eran juguetones", explicó entre sollozos la afligida abuela.
Debido a las precarias condiciones económicas, la familia recibió el apoyo del Ayuntamiento de García para llevar a cabo los servicios funerarios y el sepelio.
"Asimismo, también se le ha apoyado y se les va a seguir apoyando con lo que es un psicólogo, tanto para la niña de siete años (hermanita de las víctimas), como para la mamá y la abuelita", declaró el secretario de Desarrollo Social de García, Ángel Flores Gutiérrez.
Con su experiencia como rescatista e instructor de auxilio personal, el funcionario conminó a los padres de familia a no dejar solos a los niños, y alejarles los objetos peligrosos.
La tragedia de los hermanitos Jossiel y Johan ocurrió la tarde del martes, cuando la mamá de 23 años acudió a dejarle lonche a la escuela a su hija mayor, allá en García.
Dejó a los menores en el cuarto y, por razones que aún investigan las autoridades, comenzó un incendio en la habitación, pero los pequeños no pudieron ponerse a salvo.
FOTO: Agustín Martínez
AGUSTÍN MARTÍNEZ
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