Los mayas y sus grandes ciudades en Yucatán

MÉRIDA.-  Los hallazgos arqueológicos de los mayas son la riqueza más significativa de la Península de Yucatán; poblaron selvas, montañas y llanuras que con el paso del tiempo se convirtieron en asentamientos y templos sagrados que hoy se pueden visitar.Una de las ciudades mayas más antiguas es Dzibilchaltún, cuyo edificio más sobresaliente es El Templo de las Siete Muñecas, llamada así por una ofrenda que se encontró en su interior de siete figuras de barro con forma humana.El inicio de la primavera para los mayas, en Yucatán, se anunciaba con el alineamiento del sol en el Templo de las Siete Muñecas.

Pero ese no es el único atractivo visual. Este lugar cuenta con un cristalino cenote al que puede ingresar cualquier ciudadano y disfrutar de la belleza de sus transparentes aguas, tal como lo hacían los mayas.Está localizado al norte de la ciudad de Mérida y contaba con 40 mil habitantes que producían herramientas de caracol, los cuales se exhiben en el museo contiguo al templo.También visitamos Chichén Itzá de noche, ciudad maya que se diferenció por introducir el culto al dios Kukulcán, la serpiente emplumada.

Su estructura pone de manifiesto los conocimientos de los mayas sobre matemáticas, astronomía, geometría y acústica.¿Pero cómo se divertían los mayas? En el Centro Histórico de Mérida se ofrece de manera gratuita una increíble representación de un Juego de Pelota, también denominado "pok-ta-pok".

Aparentemente éste cumplía con la función de resolver conflictos de diversa naturaleza: pleitos por tierras y hasta controles comerciales.Los principales partidos formales del juego de pelota eran eventos rituales que podían incluir el sacrificio humano, en donde los jugadores golpeaban la pelota con las caderas.Otras versiones permitían el uso de los antebrazos y fuego en la pelota.La cultura maya dejó vestigios enterrados de los enormes campos de juegos en México y Centroamérica. El más grande y conocido es el Juego de Pelota de Chichén Itzá.mmr