Venden flores sembradas por normalistas

Chilpancingo.- Miles de tumbas ubicadas en los panteones municipales de Tixtla y Chilpancingo, estarán adornadas en los días de muertos con flores de Cempasúchil y Terciopelo, sembradas en una pequeña parcela de la Normal Rural de Ayotzinapa.

Las manos que depositaron la semilla en tierra fueron las de 43 estudiantes que permanecen desaparecidos desde la noche del 26 de septiembre, tras los ataques armados de la Policía Municipal de Iguala y sicarios del crimen organizado.

Es la venta de lo cultivado también por tres jóvenes asesinados en la esquina que forman la avenida Juan N. Alvarez y el periférico que saca la circulación vehicular de Iguala hacia Taxco de Alarcón; Daniel Solís Gallardo, Julio César Ramírez Nava y Julio César Mondragón Fuentes.

La mañana del viernes 31 de octubre, en la rampa de salida del área del estacionamiento del mercado central, Baltasar R. Leyva Mancilla se instaló un pequeño puesto con flores de Terciopelo color rosa en diferentes tonos, además de Cempasúchil amarillo, Lili morada y nube blanca.

La mujer que atiende el puesto aclara que en la parcela de  media hectárea que trabajan los estudiantes de Ayotzinapa, solamente se siembran el Tercipelo, conocido también como pata de elefante por su aspecto rugoso, y el Cempasúchil, los demás ejemplares los han adquirido en las tierras aledañas de familias Tixtlecas que mantienen viva la tradición de abastecer a la capital de las flores que dan color a la nostalgia, con los aromas que inyectan vida a los días de muertos.

Una cartulina blanca con letras negras muestra el origen del producto, pues en la parte alta destaca la leyenda: ?Flor de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos?.

Enseguida vienen los precios: 50 el manojo de Terciopelo y 25 el de Cempasúchil, costos que siempre están sujetos a negociación de manera descendente, porque hay pocas probabilidades de ganar más cuando la competencia es intensa.

-Sí, esta es la flor que siembran año con año los estudiantes de la Normal.

Responde la expendedora con una expresión de desconfianza, cuando se le pregunta si es la que este año debieron cosechar los 43 jóvenes desaparecidos.

-La verdad lo desconozco, nosotros solo la traemos a vender y los muchachos hablan muy poco, sobre todo ahora como están las cosas contra ellos.

Es la mañana del sábado 1 de noviembre y para las 07:00 el pequeño puesto está levantado, justo en el lado derecho de la rampa de salida del estacionamiento que está saturado de improvisados puestos.

Otro vendedor ubicado cerca nos confirma que como cada año,en la Normal Rural se siembra la flor desde el mes de agosto y después se vende en varios mercados, principalmente de las ciudades de Chilpancingo y Tixtla, porque en el rumbo de Chilapa la producción es similar.

Ayotzinapa también cultiva maíz y calabaza, aunque la mayor parte de lo que levantan es solo para el autoconsumo, pues son más de 500 los alumnos que ahí se alimentan diariamente con una dieta oficial de 50 pesos para almuerzo comida y cena.

Eduardo García, uno de los integrantes de la sociedad de alumnos Ricardo Flores Magón confirma que efectivamente, la flor que está en los mercados es la que hace poco más de un mes sembraron los alumnos de primer y segundo grado, entre ellos los 43 desaparecidos y los tres asesinados.

El dirigente estudiantil admite que cientos y quizá miles de tumbas de la capital de Guerrero y la cuna del consumador de la independencia, estos 1 y 2 de noviembre serán adornadas con el producto de la semilla que los desaparecidos depositaron en tierra.

Esa, apunta, es una muestra de que en la Normal Rural se forman profesores con vocación de servicio en zonas de alta marginación, con un cariño especial hacia el trabajo en el campo.

 

FOTO: Milenio Digital

ROGELIO AGUSTÍN ESTEBAN/ MILENIO DIGITAL