Reino Unido ayuda con 33 millones de libras a afectados en Filipinas

Londres.- Los donativos hechos por ciudadanos del Reino Unido para ayudar a los afectados por el tifón "Haiyan" de Filipinas han alcanzado los 33 millones de libras (39,3 millones de euros) desde el llamamiento hecho el pasado martes por decenas de organizaciones humanitarias británicas.Así lo comunicó hoy el llamado Comité de Emergencias para Desastres (DEC, por sus siglas en inglés), que agrupa a las catorce agencias humanitarias más importantes de este país.El tifón, que azotó Filipinas el pasado viernes, ha causado al menos 3.600 muertos y ha afectado a más de 11 millones de personas, mientras que cientos de miles de filipinos han visto sus hogares dañados o destruidos y su situación actual es desesperada.El consejero delegado del DEC, Saleh Saeed, dijo hoy que "la generosidad de los ciudadanos de este país ha sobrepasado, de nuevo, todas las expectativas"."Es obvio que la necesidad es enorme y nosotros y las personas que están recibiendo ayuda se sienten muy agradecidas por todo el apoyo", apuntó Saeed, que comunicó que las organizaciones que forman el DEC "ya están empleando el dinero donado", que han trasladado a áreas afectadas, a las que proporcionan "ayuda vital como alimentos, agua y suministros sanitarios".Según datos divulgados hoy por el DEC, 25 libras (29,8 de euros) suministran tabletas purificadoras de agua para diez familias para un mes, mientras que 50 libras (59,6 euros) cubren la alimentación de una familia filipina durante dos semanas y 100 libras (119,3 euros) pueden cubrir los costes de alojamiento de emergencia y camas para una familia.Por su parte, el Gobierno británico de David Cameron ha comprometido un total de 50 millones de libras (59,6 millones de euros) para ayudar a los afectados.Según la agencia filipina, 9 millones de personas de nueve regiones están afectadas por el tifón, mientras que la ONU sitúa en 11,8 millones el número de desplazados."Haiyan", con vientos de hasta 315 kilómetros por hora, fue el tifón más fuerte registrado y el tercer desastre más mortífero en las historia reciente de Filipinas.

EFE