Villanos del cine

ESPECIAL.- La presentación del nuevo Pennywise para el remake de Eso, trajo consigo una lluvia de pesadillas con aquellos villanos que por años nos han hecho estremecer.En aquella cinta de 1990, el temido payaso se alimentaba del miedo de sus víctimas para fortalecerse y lograr sus maldades.Con una peluca de colores y una sonrisa de afilados dientes, Pennywise se convirtió en uno de los personajes más perversos de la historia.

A finales de la década de los ochenta, El Silencio de los Inocentes nos presentaba a Hannibal Lecter, otro villano que años más tarde explicaría su origen maquiavélico con historias alternas que también llegaron a convertirse en clásicas del séptimo arte.Interpretado por Anthony Hopkins, a este doctor le daba lo mismo matar que comerse vivas a cada una de sus víctimas.

No porque su galaxia esté muy muy lejana se salvó de tener un villano entre ellos. Darth Vader es otro de los personajes más recordados de la mítica saga Star Wars.En el regreso de esta franquicia su ausencia fue notoria, por ello este villano hará una aparición especial en Rogue One, cinta en la que seguro lo veremos poner en peligro a nuestro compatriota Diego Luna.

Los dibujos animados también tienen sus figuras malditas, por ello nos topamos con Scar, hermano incómodo de Mufasa, a quien termina asesinando para convertirse en un dictador en El Rey León.Para quienes crecieron con esta cinta de dibujos animados, ver al pequeño Simba perder a su padre fue motivo de lágrimas y de miedo ante el oscuro león que parecía no tener sentimientos.

Un poco menos descabellada que quienes integran esta lista, pero Miranda Priestly también logró convertirse en una pesadilla para quienes tenían que acudir a entrevistas de trabajo con el miedo de toparse con alguien parecido a ella.

Bastaba un movimiento de labios o una penetrante mirada para que este personaje interpretado por Meryl Streep hiciera temblar a compañías enteras.Y así, el cine nos enseña que para que una historia funcione, siempre es necesario agregarle ese toque de incertidumbre que sólo le ´puede dar un gran villano.