Mauricio Pinilla, delantero de la Selección de Chile, tuvo en sus botines la jugada que pudo eliminar a Brasil de la Copa del Mundo, pero su disparo se estrelló en el travesaño, y se tuvo que decidir en penales, donde la "Verdeamarelha" fue vencedora. Tan dolorosa fue está jugada para todo Chile, que Pinilla decidió que está imagen fue imborrable y se la tatuó en la parte inferior de su espalda, acompañada de una frase que muestra el sentir de todo un país: "A un centímetro de la gloria". La persona encargada de dejar plasmada esta imagen, el tatuador Marlon Parra contó las motivaciones que tuvo Pinilla para esta decisión. "Me dijo que era una herida imborrable. Un hito demasiado importante en su vida. Que no ha dejado de pensar en ese momento, en lo que pudo pasar si la pelota iba un par de centímetros más abajo. En lo importante que hubiese sido", reveló Parra al diario La Tercera de Chile. "Se hizo otros tatuajes. Estuvo todo el día acá. Es un honor que, en un momento tan difícil, confíe en mí. Lo que quiso hacer fue dejar registro del sufrimiento que está pasando". La sesión de tatuajes del delantero incluyó la frase "bendecido por siempre", que escribió en dos partes, en ambos lados de su cara.