Cualquier derrota es dolorosa en todos los deportes, más si se trata de un equipo de niños en una competencia como la Serie Mundial de Ligas Pequeñas en Williamsport. Y esto se vivió en el seno del equipo de Rhode Island, que perdió 8-7 ante Jackie Robinson West. Los pequeñines estaban devastados, habían dado todo en diamante y al final salieron derrotados. Sin embargo, su entrenador, Dave Belisle los reunió ahí en el terreno de juego al final del partido y les dio un discurso conmovedor, motivante para hacerles entender que haber perdido no era una razón para estar molestos o decepcionados. Mientras muchos de los niños lloraban en el círculo que formaron, Belisle les hizo levantar sus cabezas y mirarlo a los ojos, al tiempo que les decía que debían sentirse orgullosos porque habían hecho que todo su pueblo y su estado saltaran de júbilo y emoción al ver su esfuerzo en el partido. También les mencionó que la única razón por la que él hubiera llorado al final del partido, habría sido si no tuviera la suerte de ser su entrenador, así que tras este fantástico mensaje, todos dejaron las lágrimas a un lado y festejaron el partido que acaban de dar en la catedral del béisbol infantil en el mundo.