Un aficionado de los Cerveceros de Milwaukee se dirigía a su asiento con dos cervezas en sus manos, cuando de pronto vio la oportunidad de atrapar un batazo de foul en el partido contra los Azulejos de Toronto. Fue tanta su desesperación al ver que la pelota se dirigía hacia donde estaba que, sin soltar sus bebidas, una cerveza y un refresco, echo su cuerpo hacia atrás y colocó sus brazos junto al pecho para tratar de hacer un "guante" improvisado. Sin embargo, tuvo mala suerte, pues además de bañar de cerveza a otros aficionados que estaban sentados alrededor, tampoco se quedó con la pelota. Otro fanático alzo sus brazos mostrando el "souvenir", pero de inmediato al darse cuenta el "encervezado" intentó quitársela, sin éxito. ¿Y las cervezas? Tampoco hubo problema, pues recibió de regalo otras dos de parte de los comentaristas que estaban narrando el partido.