Nadie sabe porqué empezó, sin embargo, de pronto en el estadio de los Jets de Nueva York, en East Rutherford, se armó una tremenda bronca entre aficionados en la parte alta del estadio. Se jugaba el partido de futbol americano colegial entre Notre Dame y Syracuse, el cual ganaron los "Peleadores Irlandeses" 31-15. Cerca de la parte final del juego un grupo de aficionados empezaron a discutir, uno de ellos puso a otro contra su asiento y le dio algunos golpes en el rostro, pero de pronto se levantó y respondió con dos puñetazos a la cara que lo tumbaron a la siguiente fila y ahí cobró venganza.