André-Pierre Gignac no digirió fácilmente la derrota de la Final de la Concacaf ante el América y tomó la decisión de no estar presente en la ceremonia de premiación. Cuando el árbitro terminó el partido, 'Dede' tuvo el gesto de ir a agradecerle a la afición felina que hizo el viaje al Estadio Azteca, se sentó en césped por unos minutos a pensar, y de ahí se dirigió al vestidor de donde no volvió a salir. A la hora de la premiación, los jugadores, a excepción de Gignac, salieron del vestuario para pasar en fila a recoger su medalla de subcampeón entre silbidos por parte de la afición americanista.Mientras al equipo le entregaban su reconocimiento, el francés con una cara de molestia y frustración, cruzó todo el túnel de la salida para dirigirse al autobús que los esperaba para llevarlos al hotel donde pasarían la noche.