A pesar de que ya tiene tiempo que bajó su nivel, el considerado por muchos mejor tenista de la historia, Roger Federer, dio cátedra de su soberbia técnica individual con la raqueta. En un partido de exhibición en Zúrich, Suiza, hizo una jugada de fantasía ante su compatriota, Stanislas Wawrinka. Al final, el partido recaudó fondos de un millón de euros para obras benéficas en África.