Hay atletas que son supersticiosos otros no. Algunos no quieren tocar un trofeo sino hasta que lo ganen. Al parecer el golfista Jordan Speith no es uno de ellos.Speith viajó de regreso a Estados Unidos junto con el campeón del Abierto Británico Zach Johnson quien tiene en su posesión el Claret Jug.Increíblemente Spieth, quien por un tiro quedó fuera del playoff y estaba buscando ganar su tercer major al hilo, tomó una bebida del trofeo de Johnson. Si no conquista este torneo en su carrera será por la maldición de tocar un trofeo antes de ganarlo.