En el fin de semana se suscitó una pelea durante un partido de rugby que terminó con un jugador suspendido por propinar un derechazo a la quijada de un jugador rival.El incidente sucedió durante el encuentro entre Leeds y North Queensland, correspondiente al torneo World Club Challenge. Mitch Garbutt le conectó un golpe a James Tatou, produciéndole la dolorosa lesión. Como resultado, Garbutt fue expulsado del certamen y suspendido dos partidos, castigo válido para otras competencias.