En los últimos años, los casos de compras de partidos han aumentado, aunque parece casi imposible lograr sobornar al silbante sueco Jonas Eriksson. El árbitro sueco es millonario. Eriksson vendió en 1994, el 15% de sus acciones de la empresa IEC Deportes, encargada de televisar partidos de fútbol, por 10 millones de dólares. Tras esta venta, el sueco decidió dedicarse al arbitraje. El juez sueco sigue aumentando su fortuna tras comprar un porcentaje de una empresa de derechos deportivos. Eriksson ha dirigido partidos de la Liga de Campeones, Eurocopa y del Mundial Brasil 2014. RAFAEL RIVERA