Comparten el mismo espacio pero están alejados, viven horas ahí pero ni se ven ni se escuchan y sí coinciden en el mismo ideal, evitarse, ellos son el técnico Antonio Mohamed y los altos directivos de América. Son las 17:30 horas del martes, la puerta de las instalaciones de Coapa se abrió para dar acceso al otro equipo, el de reporteros, fotógrafos y camarógrafos, todos ávidos por conocer el último capítulo de la telenovela llamada América en la final del Torneo Apertura 2014 y sus rumores y pleitos internos. Para entonces ya entrenaron en la cancha uno los llamados titulares y en su mayoría están en la esquina oriente pegada a la salida rumbo al vestuario colindante a las oficinas del club. A mitad de cancha, en el sector norte, juegan los suplentes y juveniles y Tony, como se referían cariñosamente los directivos "azulcremas" hacia su entrenador, está sentado detrás de la portería sur, al tiempo que su auxiliar técnico dirige la práctica. Entre el campo uno y dos hay una pequeña terraza, ahí está la cúpula directriz de Águilas, Yon de Luisa, director general del Comité de Futbol de Televisa, Ricardo Peláez, presidente deportivo, y José Romano, presidente operativo. Ahí están sentados, el "Turco" concluye la práctica, se aleja a la esquina, mientras que en la terraza se levanta Peláez, da unos pasos hacia ese lugar pero se detiene ante el encuentro y saludo de Moisés Velasco, luego retrocede a su lugar. Por fin Yon de Luisa se levanta, acompaña a Peláez, y Romano que habla por teléfono móvil cierra el trío, se ven unidos, se dirigen a la salida, pero se detienen como por algo invisible, no se acercan al área de Mohamed, quien todavía platica. Los directivos hablan con Oribe Peralta, luego se aproxima el capitán Miguel Layún y finalmente Osvaldo Martínez, y por fin Tony sale de la cancha, fue a otro refugio, el vestidor, y es hasta entonces cuando los directivos también pasan por donde estaba el estratega. Por todos los medios evitaron estar frente a frente, dedicarse una mirada o palabra. Hasta hace poco, Tony veía la parte final del entrenamiento sentado en la terraza junto a los directivos, platicaban y reían. "Hemos tenido un corto circuito", ha explicado Mohamed respecto a la relación actual, pero un corto circuito se arregla y todo normal. Esto es el rompimiento absoluto. NOTIMEX