La gran final del campeonato de rugby australiano no fue marcada por ningún jugador, sino por Heather McCartney, una stripper que decidió realizar su show en un palco privado del estadio Melbourne Cricket Ground. Supuestamente en estado de ebriedad, McCartney festejó la victoria de los Hawthorn Hawks ante Sidney Swans desnudándose. La bailarina australiana lo había prometido antes del encuentro. La aficionada intentó saltar a las gradas, antes de ser arrestada. Tras ser detenida por las autoridades, McCartney intentó defenderse e inclusive mordió a un oficial de policía.