"Era bastante bueno y deberían haberlo sabido", así lo mencionó el sueco en una entrevista concedida al The Guardian. El futbolista del PSG jugaba en el Malmo, cuando se enteró que Arsene Wenger quería probarle, pero a Ibra no le pareció bien el trato. "Wenger dice hoy que todo aquello fue un malentendido, pero no me gustó que me pidieran la prueba". "Sé que soy bueno.No tenía que demostrarlo. O me conoces o no". "Fui a la oficina de Wenger y podías notar que él era el jefe. Era Wenger. Pero no creo que yo estuviera tan cerca de firmar. Fui a Ajax al día siguiente". "Soy feliz en París. Respeto la Premier League, es una de las mejores ligas del mundo y muy mediática. Pero estoy feliz de haber jugado en tantas ligas", finalizó el delantero. REDACCIÓN