En un partido donde la Roma era local y encima iba perdiendo ante la Lazio, todo parecía indicar que nada iba a salir bien para el club de La Loba, sin embargo llegó al rescate el ídolo inmortal, Francesco Totti, quien tranquilizó todo tras ser autor de dos goles que le dieron el empate al equipo. Para festejar el segundo gol, el jugador italiano tomó un celular y se dirigió con los aficionados para realizarse la tan afamada "selfie".