Ayer en casa de los Nacionales todos ya se saboreaban el festejo por el "no hitter" de Jordan Zimmerman, pero cuando el sonido del batazo de Christian Yelich, de los Marlines de Miami, se escuchó parecía que todo se vendría abajo. Era un trallazo por todo el jardín izquierdo, había dos outs, la pelota iba camino a ser un extra base, pero de pronto apareció el novato Steve Souza para volar y estirar su brazo izquierdo y quedarse con la esférica. Por un segundo el estadio enmudeció incrédulo, pero de inmediato vino al júbilo porque se había consumado el primer sin hit ni carrera en la historia de los Nacionales de Washington, un hecho que será el tema de conversación durante mucho tiempo en la capital de los Estados Unidos.