Tal parece que los aficionados de Boca Juniors no escarmientan, el pasado Superclásico se jugó sin hinchas visitantes y esta semana en su casa volvieron a subirse gente a los alambres, volvió a haber fuegos artificiales, volvió a plagarse la popular local de Gasparines con la B tatuada en la tela, volvió a sonar el "River decime qué se siente", volvió a pararse obligatoriamente el partido, esta vez a los 29? del segundo tiempo y durante cinco minutos. Aunado a esto la pantalla gigante del estadio puso imágenes del triunfo en el Monumental con la leyenda "Decime qué se siente" mientras se desarrollaba la porra. El club explicó que la pantalla es de terceras personas y que las fotos correspondían a una publiciad de una revista de Boca, que los fuegos artificiales se tiraron desde una casa lindera al estadio y que la gente vestida de fantasma y subida al alambrado es responsabilidad policial. Cynthia Gabriela Balderas