"Dudo, dudo que un jugador valga eso. Pero no puedo detener esto", declaró Blatter. El costo astronómico de la transferencia es un marcado contraste con los problemas económicos que atraviesa España, un país azotado por una recesión de unos cuatro años. "Cuando dices que un país es pobre o tiene deudas, pero en el fútbol siempre encuentras el dinero... así es el mercado, y no podemos interferir en este mercado". Blatter habló el martes en la sede de la FIFA en Zurich, un día después del cierre del mercado europeo de verano.