En entrevista con The Associated Press, el secretario de Aviación Civil Moreira Franco dijo que la idea de abrir las rutas nacionales a aerolíneas extranjeras nunca fue viable. Franco dijo que las empresas brasileñas pueden manejar la demanda de 600.000 extranjeros y más de 3.000.000 de brasileños que irán a los juegos, según cálculos. Algunos temen que los abarrotados y maltrechos aeropuertos brasileños no puedan manejar la demanda. El país tiene pocos ferrocarriles, la red carretera es precaria y se pagan muchas cuotas y los aviones parecen ser la única alternativa para desplazarse entre las 12 ciudades del país más grande de Sudamérica que será sede del Mundial. AP