Monterrey ? Más de 100 escalones y cerca de 16 calles, fue lo que doña Pascuala Zúñiga Alvarado tuvo que caminar del brazo de su esposo, soportando el dolor tras haberse caído en el interior de su humilde casa, en busca de ayuda para que la llevaran a un hospital?hasta que encontró el auxilio. Ella habita en la calle Felipe Ángeles 1742, en la colonia América Dos, al sur de Monterrey. Su esposo don Dionisio Martínez Méndez recordó sus tiempos de juventud en el rancho, cuando había que caminar kilómetros en busca de una curandera cuando alguien enfermaba. Por eso no le importó bajar desde el cerro de la Loma Larga donde está enclavada la colonia, luego de que su mujer cayó de su propia altura cuando iba al sanitario, golpeándose fuerte su brazo derecho. Poco antes de la medianoche, nadie posaba sus ojos en aquellos dos ancianitos que buscaban una ambulancia entre las peligrosas calles de la colonia Independencia. Hasta que parecieron ver varios ?ángeles?: eran elementos del Ejército Mexicano y otros de la Fuerza Civil de Nuevo León que patrullaban la ciudad, por lo que se acercaron a ellos. Fue así como las autoridades pidieron el apoyo de una ambulancia, acudiendo paramédicos de la Cruz Verde Monterrey quienes auxiliaron a doña Pascuala, llevándola al Hospital de Zona número 21 del Seguro Social porque presenta una lesión en la articulación de la muñeca derecha que hacía el dolor insoportable en la dama. "Nadie nos ?pelaba?, como estamos viejitos, por eso, y luego de noche, menos", comentó don Dionisio ya sonriendo. Ese fue el peregrinar de Pascuala y su esposo Dionisio, quienes agradecieron a quienes sí les pusieron atención, colmándolos de bendiciones y preguntándose, ¿cuántos casos más habrá así a diario? IRAM OVIEDO