Cuernavaca ? Empresarios adheridos a cámaras empresariales y de servicios, se comprometieron este martes a contribuir con alimentos, cursos para generar autoempleo y jornadas para llevar bienestar a más de 8 mil habitantes de la capital de Morelos sumidos en condiciones de pobreza y precariedad alimentaria. El Consejo Coordinador Empresarial (CEE) así como otras organizaciones de empresarios como las Cámaras Nacionales de la Industria de la Transformación (CANACINTRA) y de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (CANIRAC), firmaron un acuerdo con la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL) para contribuir a disminuir el hambre en 64 colonias de la capital de Morelos, donde se localizó a los habitantes más pobres de la entidad, a cuya situación se suma la pobreza alimentaria. Jorge Meade Ocaranza, delegado en Morelos de SEDESOL, aseguró que ?los agitadores sociales más poderosos no están en los partidos políticos, sino en las condiciones de pobreza y marginación? que persisten en la entidad, pero sobre todo en Cuernavaca, donde el Consejo Nacional de Evaluación (CONEVAL) localizó que viven los ciudadanos más pobres de la entidad. Meade Ocaranza puntualizó que con la suma del CCE, la Canacintra y la Canirac, se fortalece el esquema de apoyo a la Cruzada Nacional contra el Hambre (CNCH) que impulsa el Gobierno de la República en todo el país, y a la que también se han sumado en la entidad, escuelas particulares, jóvenes, organizaciones de profesionistas, campesinos, el DIF estatal y el Ayuntamiento de Cuernavaca. Por su parte, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CEE), Juan Carlos Salgado Ponce anunció que con base en el convenio firmado, los organismos empresariales proyectan crear bancos de alimentos con productos donados por restaurantes y cadenas de alimentos; también, entre sus adherentes hay empresarios de la educación y la capacitación que promoverán cursos de para fomentar el auto empleo, al igual que algunos prestadores de servicio acudirán a las colonias para impulsar la seguridad y la higiene. DAVID MONROY/ CORRESPONSAL