Ciudad de México ? El Bellas Artes de los pobres, como también se le conoce al Teatro Blanquita, regresó a ser partícipe de un evento de rock, esta vez, con la banda Molotov que ejecutó lo mejor de su repertorio musical en un concierto poco común debido a que se prohibió la venta de alcohol. "Queremos chelas!, ¡queremos chelas!", era la consigna que una y otra vez gritaba el público que llenó el recinto con capacidad para 2 mil personas y que esperaba ansiosamente la llegada de Tito Fuentes, Micky Huidobro, Paco Ayala y Randy Ebright. Sin explicaciones, los encargados de servir las bebidas únicamente ofrecían agua y refresco en vasos de plástico; vodka, tequila, ron y cerveza que comúnmente se venden dentro del lugar, habían desaparecido. Afuera, la fiesta era otra, algunas personas clandestinamente estaban en los alrededores del blanquita consumiendo licor, o bien, se iban a Garibaldi, mientras esperaban a que la agrupación mexicana subiera al escenario alrededor de las 22:00 horas, como estaba programado. "Nada más es precopeo porque si me ven borracho no me van a dejar pasar", indicó Luis de 21 años, quien era uno de los muchos inconformes por esta implementación que sorpresivamente tomó a los asistentes. La razón, según organizadores, fue que para esta presentación en la que se inauguró el ciclo llamado "Jueves de rock en el blanca", permitieron el acceso a menores de edad. De esta forma, los más pequeños de la casa también pudieron corear éxitos como "Chinga tu madre", "Gimme the power", "Frijolero" y "Voto Latino", que fueron interpretadas por el grupo formado en 1995 a lo largo de las dos horas que duró el concierto. "Es la primera vez que los veo", comentó Tomás de 8 años, quien era acompañado por su familia que también es seguidora de la banda y que mostraban su emoción por compartir tiempo en el blanquita, lugar que volvió a inundarse de rock como en su momento lo hizo con Caifanes y Café Tacvba. "Los que no tienen alcohol se chingan", sentenció Micky en tono de broma, quien después tomó un trago del vaso que portaba en su mano izquierda y segundos más tarde se dispuso a tocar junto a los demás integrantes, "Santo niño de atocha", "Amateur", "Chinga tu madre" y "Here we kum", que para ese entonces, ya había sido olvidada la levadura fermentada.