Monterrey.- ? Los años no quitan la juventud. Así lo comprobaron los estudiantes de Psicología que se dieron a la tarea de convivir con los adultos mayores de un asilo, como parte de una investigación sobre los efectos que tiene en la persona la convivencia en un plano personal. Armados con su alegría, una guitarra, algunos juegos y muchas ganas de sacar un cien con su proyecto, los muchachos llegaron hasta la Casa de Retiro Luis Elizondo, en la colonia La Pastora, para platicar con los ancianos, cantar con ellos, divertirlos y mostrarles que aún son importantes para alguien. Fue como inyectarles juventud, explicaron los estudiantes. Lorena Mora, Estefanía Ramones y Samanta Pecina fueron algunas de las jóvenes estudiantes de Psicología que llegaron al lugar y confirmaron lo que su teoría les indicaba: que hay mucho por aprovechar de los adultos mayores. ?Fue interesante verlos cómo andan rejuvenecidos, vi a un señora muy coqueta y un señor que andaba deslizándose con su andador. Traen la juventud por dentro?, señaló Samanta Pecina. Los jóvenes iniciaron este proyecto como parte de una asignatura escolar impartida por el doctor Luis Antonio Lucio, quien les pidió aplicar sus conocimientos en labores de corte social, buscando analizar los cambios de actitud en ciertos grupos especiales. Tras una lluvia de ideas, decidieron llevar alegría a los ancianos y obtener una buena calificación. Con música, juegos y canciones de su época, lograron sacarles la juventud que tenían un poco empolvada y, de paso, ayudarlos a mejorar su salud Francisco Zúñiga