Después de dos años de ausencia en el US OPEN tras diagnosticarle el síndrome de Sjogren, una enfermedad autoinmune que causa fatiga, la tenista estadounidense decidió regresar a la actividad muy a su manera. En el encuentro se quedo con la victoria al vencer 6-1 y 6-2 a la belga y duodécima preclasificada Kirsten Flipkens.