Monterrey.- José Miranda, de 15 años, nunca pensó que jugar fútbol sería lo último que haría en la víspera de Nochebuena. Pepe, como lo conocían sus amigos, entrenó un último partido con su equipo para el torneo de fútbol del Parque Rube, en el cruce de Bernardo Reyes y Ruiz Cortines, en Monterrey. Sin embargo, un tren terminó con su vida y sus ilusiones. Al terminar el entrenamiento, él y sus amigos regresaban a sus casas, para lo cual cruzaron las vías del tren. Los amigos de José fueron los primeros en cruzar, pero cuando él intentó hacerlo se acercó el tren jalado por las máquinas 2076 y 2063 de Kansas City México, y al querer ganarle el paso a la máquina, ésta lo arrolló, destrozando su cuerpo de la cintura hacia arriba. Al lugar llegaron los familiares del menor, quienes cayeron en una crisis de histeria al ver el cuerpo de José tendido bajo la locomotora y con una veladora encendida a su lado. Al sitio arribaron elementos de la policía de Monterrey, quienes retuvieron por un momento a un trabajador de una empresa de seguridad privada de la empresa del tren, debido a que se negó a revelar el nombre del maquinista, frenando con ello las investigaciones. Amigos y el entrenador del menor, Antonio Sánchez, lo describen como un joven deportista y alegre, cariñoso y sobre todo feliz. Sánchez menciona que desde hace dos años se ha hecho la petición a diversas autoridades para que se instale un puente peatonal, y con ello los jóvenes y niños que juegan en las canchas deportivas no tengan que ganarle el paso al tren, aunque menciona que no ha obtenido respuesta. Tras varios minutos elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones alejaron a la familia del cuerpo del menor, a fin de recabar las pruebas de la investigación, para luego arribar la unidad del Servicio Médico Forense, llevándose el cuerpo del menor ante el dolor y la mirada incrédula de sus familiares Israel Santa Cruz