Luego de recibir numerosos insultos racistas durante el encuentro, el volante del Milan y de Ghana, Kevin-Prince Boateng, pateó el balón hacia una sección de las gradas, se quitó la camiseta y abandonó la cancha con el resto de sus compañeros. Los jugadores del Milan, Urby Emanuelson, Sulley Muntari y M'Baye Niang también fueron insultados. La fiscalía había pedido sentencias de entre cuatro y seis meses de cárcel. Los hinchas también fueron multados un total de 10.000 euros, además de los costos legales. AP