Casi 100 aficionados de Tigres se quedaron fuera del entrenamiento de su equipo al asistir este viernes con la esperanza de que las puertas del Estadio Universitario se abrieran para aprovechar sus vacaciones y estar presentes en una práctica del equipo de Ricardo Ferretti. Por órdenes de Tuca, el entrenamiento fue a puerta cerrada, esto causo molestias a los hinchas que algunos asistieron con sus pequeños que por el receso escolar de Semana Santa tuvieron la oportunidad de asistir a El Volcán. "Vinimos con nuestros niños porque quieren ver a los jugadores y bueno nos topamos con esta sorpresa que no nos dejan pasar", mencionó Raúl Rodríguez aficionado felino. Con rejas de protección, la seguridad privada del equipo estuvo atenta en todo momento para que no se filtrara algún seguidor, la gente tuvo que esperar en el estacionamiento del estadio para poder detener a los jugadores en sus coches los cuales algunos atendieron y otros no a sus fanáticos. Jair Ramos