El gobierno del Distrito Federal obligará a las empresas propietarias de las salas de cine a instalar videocámaras de seguridad y, en la medida de sus posibilidades, arcos detectores de metales para controlar el acceso de los espectadores. Dichas medidas responden a los hechos ocurridos el pasado 2 de noviembre en las instalaciones de Cinépolis de Plaza Ermita, donde el menor Hendrik Cuacuas murió víctima de un disparo hecho desde el exterior. En respuesta a un punto de acuerdo aprobado por la Cámara de Diputados, la Secretaría de Gobierno del Distrito Federal confirmó su determinación de solicitar a los establecimientos mercantiles ?de impacto vecinal? cumplir cabalmente con la Ley de Establecimientos Mercantiles vigente en la capital del país. De acuerdo con ese ordenamiento, los referidos establecimientos estarán obligados a conectar videocámaras y equipos tecnológicos al sistema que para tal efecto instale la Secretaría de Seguridad Pública local. Respecto a la colocación de arcos detectores de metal o detectores portátiles para controlar el acceso a las salas de cine, ?la autoridad capitalina llevará a cabo el exhorto correspondiente para que los cines que estén en posibilidades implementen estas medidas?. La respuesta enviada a los diputados federales detalla que las grabaciones obtenidas con dichos equipos privados únicamente deberán ser entregadas a la autoridad competente. De igual forma, la Secretaría de Gobierno del Distrito Federal solicitará a la Dirección de Protección Civil de la delegación Iztapalapa llevar a cabo una revisión en materia de protección civil a los establecimientos mercantiles de impacto vecinal, a fin de verificar que en cada uno de ellos se cumplan las medidas de seguridad correspondientes y coadyuvar así al cumplimiento del punto de acuerdo. La Cámara de Diputados exhortó desde el pasado 15 de noviembre al gobierno del Distrito Federal a investigar de manera exhaustiva para consignar y castigar al o los responsables de los hechos ocurridos en la sala de cine de Plaza Ermita. ? FERNANDO DAMIÁN Y LILIANA SOSA