El quinto encierro de las fiestas de San Fermín terminó "limpio" y sin heridos por asta de toro en un recorrido más lento que los anteriores que duró un total de dos minutos y cuarenta y seis segundos en Pamplona, Navarra, norte de España. Nada más comenzar la carrera, la manada de toros enfiló la llamada cuesta de Santo Domingo muy ordenada, mirando a ambos lados de la calle. Una vez superada la famosa curva de Estafeta, y mientras eran conducidos por los bueyes que guían la manada, la carrera se volvió más complicada ya que hubo muchas caídas a arrollamientos al paso de los animales. A pesar de todo, los mozos más experimentados pudieron correr bien cerca de los morlacos. Tras esto, el grupo se estiró hasta romperse definitivamente y un toro llamado Rayosol se descolgó y provocó peligro en el encierro de este jueves. El animal que quedó solo perdió energía y al final del tramo llamado Telefónica se giró despistado para volver a enfilar los últimos metros del recorrido. Los mozos veteranos se emplearon con esmero para llevarle a la plaza de toros de la ciudad, donde se recogen los morlacos, éste giró sobre sus patas y los dobladores le condujeron a chiqueros. Este quinto día contó con la ganadería de Cádiz de Torrestrella, famosa por su peligrosidad ya que en los once encierros que participó anteriormente dejó un fallecido y 21 corneados. Notimex