Un autobús con unos 50 aficionados de Tigres abordo tuvo que detener su viaje y su aventura de la histórica invasión felina a causa de una falla mecánica. Por fortuna, la avería de la pesada unidad no era tan grave que los seguidores auriazules tomaron con buen humor el problema. Mientras que el chofer arreglaba la falla a un costado de la carretera de San Luis Potosí, a la altura de Matehuala, los Incomoparables posaban para la cámara de La Afición.com, mostrando su mejor sonrisa. Luego de unos minutos varados, el chofer del autobús encontró el problema y sólo se trató de juntar unos cables que se habían soltado. Al saber que se había encontrado una solución, los aficionados gritaron de gusto y contentos reanudaron su camino rumbo a territorio potosino a unas tres horas de llegar a su destino.