Luego de ganar el ATP 250 de Gstaad, en Suiza, Roger Federer recibió un regalo muy particular, de parte de los organizadores, se le fue entregada una vaca adornada con un ramo de flores en su cabeza. Pero esta no es la primera vez Federer recibe un presente así, en 2004, el tenista recibió su primer ejemplar de regalo por parte del torneo, después de su primer título de Wimbledon. Ese año fue la última vez que Roger participó del certamen, y al bovino de ese momento lo llamó Juliette. Lamentablemente, murió sacrificada por no producir la leche suficiente. Roger, nuevamente sorprendido por el obsequio, recibió otra a la que llamaron Desiré. El tenista helvético deberá resolver que hará con su segundo regalo.