Celebra 25 años de vida sacerdotal
Tras finalizar la secundaria, Julio Carrillo, ahora párroco de la catedral de Guadalupe, fue llevado por su papá al seminario. El joven no tenía idea de lo que era, pero asegura que ahí encontró su vocación.
Fue en 2008 cuando llegó a Gómez Palacio, en medio de un ambiente de gran inseguridad en La Laguna. El sacerdote explicó que fueron años de mucho dolor para las familias laguneras.
Recordó haber acompañado a varias madres en el sufrimiento de no encontrar a sus hijos. El párroco se mostró agradecimiento por poder dar consuelo a las personas en ese tipo de situaciones.
Destacó la importancia de buscar el bienestar espiritual y la ayuda mutua de los unos a los otros en este mundo tan materialista.
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