Es normal que, una de las tantas veces que hablamos con alguien, salpiquemos un poco de saliva o comida. Pero, hacerlo a diario, segundo a segundo, sin parar... ¡Es un verdadero problema!Conoce a Memo Mojitos, un chico feliz que quiere tener amigos pero cada vez que se le acerca a alguien para platicar, los empapa de agua o chorros de saliva.¡Enserio! Mira este Cuentardes y descubre cómo solucionó esto.