Hector del Toro tiene demasiada energía, misma que podemos apreciar todos los días en sus juegos. Pero todo en exceso es malo y por eso hay veces que se vuelve loco.El animador de Destardes ha tenido muchos problemas con la producción y con el talento, por lo mismo. Toro ya no quiere desgastarse, solo quiere ser feliz y alegrar a la gente con sus juegos.Se comprometió a renovarse, a convertirse en un ser de luz. Ahora, toma clases de yoga y lee muchos libros sobre metafísica y vida espiritual para poder tener paz interna y reflejarla hacia los demás.Sin embargo, los chicos del programa dudaban de su palabra. Creyeron que se trataba tan solo de show montado, pero no, Toro les demostró que ya cambió y ahora es mejor persona.Una gran enseñanza nos deja esta persona pues, uno debe renovarse o morir. Un ejemplo de cambio ante el mundo es empezar por ti mismo, y esto fue lo que él hizo.Esperemos que así continúe por siempre y que sus retos extremos no lo vuelvan agresivo nuevamente.