En este cuarto cuapítulo de "Los Torres Chou", las presencias fantasmales que Konan aseguraba ver, se manifiestan frente a la cámara de video que compró con la intención de mostrarle al mundo, que él no está loco.Su esposa, "la Gaviota", sigue incrédula al sexto sentido que ha desarollado el luchador, de tener contacto con el mundo de los muertos. Pero, con el paso de las noches, ella misma comienza a confundirse y ha llegado a sentir, incluso, que alguien o algo se le ha subido entre las sábanas, mientras duerme pacíficamente.Konan asegura que la casa está embrujada, y deben deshacerse de ella lo más pronto posible, antes de que alguien salga lastimado.