El padecer Síndrome de Down no fue impedimento para esta chica ser empleada por más de 32 años de una sucursal de McDonalds. Su trabajo consistía en colocar las papas fritas y por más simple que fuera lo hacía con gusto y dedicación.En su último día en la empresa, el cual para ella sería un día más, fue sorprendida por todos sus compañeros con una fiesta sorpresa, donde se le reconoció por sus años laborados. ¡Conoce la historia en el video de arriba!