No existe duda que la violencia intrafamiliar no tiene límites y esa es la historia de Jennifer, una mujer que perdió un brazo por el maltrato físico que vivía a diario con su ex esposo. Salir adelante era la única opción que tenía y hoy en día se dedica a realizar repostería, a pesar de las secuelas que le quedaron de ese tormentoso matrimonio.Pero no está sola en el mundo, pues la acompaña su único hijo de dos meses, quien es su motor de vida. ¡Conoce la historia completa en ?Vivalavi?!