Cadhac apoya el caso, pero teme que sea una red de trata de personas que se aprovecha de las mujeres humildes y que viajan solas. Monterrey.- Ella regresaba a Nuevo León a trabajar, después de pasar las vacaciones decembrinas con su familia en Huejutla, Hidalgo. El autobús en el que viajaba se descompuso a la altura de Pánuco, Veracruz y transbordó a la unidad 7277 de la línea Frontera Estrella Blanca, ya a la altura de Linares, con engaños, el chófer la hizo entrar al camarote donde viajaba otro hombre, ahí comenzó el acoso, violencia y abuso. Pero su calvario no terminó, al llegar a la Central de Autobuses en Monterrey no le permitieron bajar hasta que llegaron a la calle Villagrán. Ella interpuso la denuncia el 7 de enero, dos días después del hecho. A la fecha, la Procuraduría de Justicia no tiene avances, pese a que cuentan con el nombre del presunto responsable a quien la línea identificó como Jorge Hernández. En sus declaraciones, las mujeres refieren que las invitaron a Nuevo Laredo, Tamaulipas por lo que en la asociación Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos (Cadhac), donde apoyan el caso, temen que sea una red de trata de personas que se aprovecha de las mujeres humildes y que viajan solas. Mientras las autoridades actúan, en Cadhac encendieron la alarma y recomendaron a las mujeres que viajan de aquellos estados a Nuevo León: - No viajar solas - Exigir su boleto de pasaje - No caer en el juego de la seducción por parte de los chóferes - No bajar en ningún lugar que no sea la Central de Autobuses Sandra González