Monterrey.- "Devuélveme a mi hijo, y Dios te perdonará", son las palabras de un padre desconsolado, triste, por la ausencia de su pequeño de tres años, desde hace casi 10 días.Son los momentos más dramáticos en la vida de este joven de 30 años, saltillense, que perdió a su niño cuando paseaba con su familia en la sierra de Galeana.Desesperado ante la prolongada ausencia, Miguel Ángel Cardona siente y percibe que Johan Gael está con vida, y que probablemente alguien lo tiene en algún lugar. Le envió un mensaje a esa persona, en un afán de que se toque el corazón y recapacite, y con ello le devuelva la tranquilidad a toda la familia.?Si la persona me está viendo, pues que se le ablande el corazón. Que me lo entregue. Tal vez se le hizo fácil o trabaja para alguna persona. Que me lo entregue. Dios es muy grande, y yo se lo agradecería prácticamente toda mi vida?, expresó vía telefónica desde Galeana.El joven es seguro y firme en sus palabras. Garantiza que no emprenderá ninguna acción legal en contra de quien pudiera tener al niño.?No habría ninguna represalia contra nadie. Lo que nosotros queremos, nada más, es que nos regresen al niño. Que lo regresen, Dios que los bendiga y que sigan por su camino. (Queremos) nada más que nos entreguen al niño?, recalcó. Por su parte, Ana María Cardona, hermana de Miguel Ángel, reconoció el esfuerzo de las instituciones de auxilio y policiacas, tanto de Nuevo León como de Coahuila, pues no los han dejado solos.?Lo único que les pedimos es que no le aflojen, pero la ayuda se le está brindando a mi hermano. Sí lo están atendiendo debidamente. Sí, claro?, manifestó el ama de casa.Sin embargo, pese al trabajo de rastreo e investigación, no hay indicios sobre dónde o con quién pudiera estar el pequeño Johan Gael Cardona de la Cruz.?Tienen ellos que tener una investigación a fondo, obviamente, para poder a mi hermano fundamentarle resultados bien estructurados, y no especulaciones?, aseveró Ana María.Johan Gael desapareció en forma misteriosa la tarde del domingo 4 de octubre en los alrededores del ejido La Esmeralda, en la sierra de Galeana, unos 10 kilómetros al sur de San Antonio de las Alazanas.Sus padres y otros familiares recolectaban piñones luego de asistir a un panteón, cuando de repente, en cuestión de cinco o seis minutos, lo perdieron de vista y ya no lo encontraron.Durante esa semana se llevó a cabo una intensa búsqueda en toda la zona, por aire y tierra, utilizando las corporaciones de auxilio canes entrenados, pero no se detectaron rastros de menor.