Monterrey.- El secuestro exprés que denunció una estudiante de la Universidad Autónoma de Nuevo León, podría tratarse de un invento que orquestó la supuesta afectada y varios de sus amigos.Aunque la Procuraduría de Justicia maneja con hermetismo las investigaciones del caso que salió a relucir el pasado martes, trascendió que la jovencita, de 21 años de edad, aparentemente se encuentra en un estado grave de depresión que la orilló a fingir el plagio.Por esa situación, presuntamente, la universitaria también estuvo a punto de suicidarse después de denunciar el falso secuestro exprés en el que involucró a sus amigos. Trascendió que a unas horas de haberse presentado ante las autoridades, la estudiante ingirió ácido muriático, por lo que fue trasladada al Hospital San Vicente, donde recibió atención médica.Mientras la joven se recupera de las situaciones que presuntamente ella misma provocó, los elementos del grupo anti secuestros de la Agencia Estatal continúan con las investigaciones.En caso de confirmar que todo lo denunciado fue una mentira, la universitaria podría pasar de víctima a acusada, pues, de acuerdo a lo establecido en el Código Penal, hacer declaraciones falsas ante una autoridad es un delito que merece sanción. Esa misma situación podrían enfrentar los amigos de la supuesta afectada, quien aseguró que el lunes cuando fue víctima del secuestro exprés, cuando solicitó los servicios de un taxista en la avenida Fidel Velázquez, en San Nicolás.La estudiante afirmó que en lugar de llevarla a la dirección que le indicó, el trabajador del volante la trasladó hasta un despoblado del municipio de Escobedo, donde la esperaban tres sujetos más que le aplicaron algo que la durmió hasta la madrugada del martes, antes de que la liberaran.