SACRAMENTO, California.- A pesar del mal clima, largas esperas y problemas técnicos, miles de estadounidenses se apresuraron para inscribirse a última hora en el nuevo sistema de salud promovido por el gobierno antes de que venciera el plazo. En Luisiana, algunos aspirantes tuvieron que esperar dos horas al teléfono. La empresa aseguradora Blue Cross Blue Shield de Tennessee había recibido 1.900 llamadas para el mediodía del lunes comparado con 800 el lunes anterior. Y en California, donde la cantidad de registrados ascendía a los 1,3 millones que el gobierno calculaba, el volumen de solicitantes era tal que partes del cibersitio tuvieron que ser apagadas. En distintos puntos del país, quedó claro que los estadounidenses estaban ansiosos por inscribirse en el nuevo sistema, a fin de lograr la cobertura médica y evitar la multa federal.